Sunday, August 3, 2014

Buenos Aires, ARGENTINA, tres millones de latidos.

Si Río de Janeiro, a cidade maravilhosa, fue la capital del mundo futbolístico entre junio y julio de 2014, había otra cuidad, a 2.000 kilómetros al sur cruzando el Río de la Plata, que vivió ese mes de un modo muy especial, con una pasión exacerbada y tres millones de corazones latiendo vertiginosamente. Toda la esperanza de un grandísimo país quedó depositada en la lucha de 23 valientes a los que, desafortunadamente, les faltó sólo un pequeño escalón para dejar el orgullo argento en lo más alto.

Esa ciudad se llama Buenos Aires y durante un mes fue básicamente una ciudad paralizada ante los televisores, prendida del sueño de conquistar el mundo del balompié, entre gritos de "decime que se siente", en el templo más sagrado de su rival más histórico, Maracaná, Río de Janeiro, Brasil.

Lo primero que se pregunta el viajero, al llegar a Buenos Aires, es el origen de su nombre. Pues bien, existen varias teorías: la primera y más difundida es la que se remonta a uno de los familiares de Pedro de Mendoza que exclamó "¡Qué Buenos Aires se respiran aquí!" en el momento en el que pusieron pie, por primera vez, en la actual ciudad porteña. Si esta versión te resulta bastante cómica, la otra versión más extendida, es que los religiosos que viajaban en la expedición eran devotos de la virgen del Buen Aire, patrona de los navegantes y nombrando así a la ciudad en su honor: Nuestra Señora del Buen Ayre.

La siguiente pregunta que nos debemos formular es ¿Qué tendrá esta ciudad que los que vienen, vuelven o quieren volver y los que se van, la terminan extrañando? Muchos viajeros dicen que es porque en Buenos Aires se consigue respirar una aire de bohemia y presenciar un arte que les recuerda al mismísimo París; otros tantos creen que se trata del asombro que les produce encontrar tantos toques españoles y, más en concreto, de Madrid esparcidos por la ciudad. Sea lo que fuere, casi todos ellos están de acuerdo en que los olores a comida, el bullicio y, en especial, la forma de ser de los argentinos, nos hacen tener la sensación de que nos encontramos en el sur de Italia. Nos montamos en el subte, la red de transporte subterránea más antigua de toda Latinoamérica, para recorrer la ciudad de cabo a rabo. En muchos momentos y barrios me doy cuenta de la certeza de las afirmaciones de los viajeros: Buenos Aires es efectivamente un pedazo de la vieja Europa en Sudamérica, pero sin ir muy lejos, en muchos otros barrios, Buenos Aires también representa la América Latina más profunda. Lo que queda patente es que para cada uno de nosotros existe un Buenos Aires, y cada visita nos traerá memorias y recuerdos de las ciudades más representativas de Europa, apreciando, al mismo tiempo, que existen experiencias únicas que sólo podremos disfrutar en esta impresionante ciudad y en este formidable país, algunas de las cuales os relataré a continuación.

Sus barrios


¿Quién no ha oído hablar de Palermo, Recoleta, Puerto Madero, Plaza de Mayo, La Boca o San Telmo?

En el barrio de La Boca
Una de las cosas que más me gustan de Buenos Aires es que existen tanta variedad de barrios únicos en esta ciudad (oficialmente hasta 48), cada uno con su propio estilo, tradiciones y ambiente, que tendremos la constante sensación de estar paseando por distintas ciudades. Su barrio más grande es el de Palermo, cada vez más de moda por sus numerosos sitios de moda para salir a cenar y beber. En el otro extremo se encuentra San Telmo, el más pequeño de la ciudad, siendo también su parte más antigua y bohemia; un barrio lleno de grandiosas calles empedradas que acogen un increíble y famoso mercado semanal de antigüedades. Puerto Madero, con la presencia del Puente de la Mujer de Calatrava, es el punto de partida de cualquier reunión de negocios. Recoleta, aparte de ser un área llena historia y arquitectura, es conocido por ser el lugar donde descansan notables argentinos como Eva Perón, en un cementerio que ha sido nombrado uno de los más bonitos del mundo. ¿Qué decir de la Boca? el barrio más reconocido de la ciudad, un lugar donde se encuentran dos de las atracciones turísticas que todo viajero tiene en su lista de "no te lo pierdas": el estadio de fútbol 'La Bombonera', casa de Boca Juniors, uno de los clubes argentinos más reconocidos mundialmente y Caminito, un conjunto de calles empedradas rodeadas de casitas pintadas de colorines, con numerosos artistas y músicos callejeros donde se respira arte, cultura, fútbol y tango.


Avenida 9 de julio y el Obelisco.
Boedo es un barrio obrero reconocido por su influencia en el Tango. Por último, el Microcentro, como su proprio nombre indica, es el centro neurálgico y geográfico de Buenos Aires, en todos los sentidos. Su Avenida 9 de julio es la principal arteria de la ciudad, una avenida que aparte de contar con el pintoresco y famoso obelisco, es el lugar desde donde probablemente partirán tus visitas al resto de los barrios de la ciudad. De día el Microcentro el lugar de las finanzas y desde donde se toman casi todas las decisiones que van a tener repercusión no sólo en la capital, sino en todo el país. Es además la zona donde mayor concentración de lugares de interés histórico, tiendas, hoteles, restaurantes y centros comerciales en la ciudad. Es por ello que los inmensos e interminables bloques de oficinas se convierten al anochecer en edificios fantasmas, logrando así que tanto por la noche como los fines de semana el Microcentro se convierta en un lugar apacible donde poder admirar edificios representativos como la Casa Rosada, rememorar los acontecimientos de la Plaza de Mayo o cenar en el mítico Café Tortoni.



Gastronomía

Tengo la sensación de que soy un glotón, ya que en cada post término hablando de comida. Pero hablar de Argentina es decir: "carne, carne y carne", y como buen carnívoro que soy, este es un país idílico. Los argentinos tienen la mejor carne del mundo. Fin de la discusión. Jamás se lo discutas a un argentino porque nunca darán su brazo a torcer. ¡Los argentinos comen casi 80 kilos de carne por persona al año! Es decir, que si hay un vegetariano, existe un hombre o mujer en Argentina que se está comiendo 160 kilos de carne al año. ¡Groso! Si quieres estar a dieta en "Baires" ¡olvídate! u olvidate como dirían ellos; el olor a leña, asado y pizzas artesanales terminará adueñándose de vos y te comerá por dentro. Toda buena casa argentina que se tercie, tiene lugar para su parrilla. Un asado está concebido para reencontrarse con los amigos, recordar tiempos mejores, solucionar el mundo durante horas y horas, en las cuales el parrillero (el encargado de azar la carne) destapa primero un vino malbec, luego otro y así sucesivamente. Mientras tanto va ofreciendo las llamadas “achuras”, que son los chorizos, morcillas, chinchulines (tripa), después llega el aclamado choripán y a partir de ahí llega lo serio: la carne: tira de asado, ojo de bife, vacío, etc. que se va degustando poco a poco, como en una picada, todo aderezado con un buen chimichurri hecho en casa. Por sí no tenías suficiente todo viene decorado y acompañado con un poco de calabaza asada y ensalada. Lo importante, más allá de lo rica que está la comida, es la oportunidad de encontrarse con viejos amigos. Es, sin duda, uno de los eventos sociales más Impresionantes del mundo, sin palabras.

Si además quieres acompañar el asado con algo tradicional argentino, que no sea vino, prueba el Fernet con Cola, una de las tres bebidas que más eligen los argentinos a la hora de comer un buen asado. El Fernet es un licor amargo Italiano que encontró en la Coca Cola su mejor pareja de tango. Es tan bebido en Argentina, que se producen la friolera de veinticinco millones de litros al año.

Al día siguiente en el desayuno, te estará esperando el mate caliente para reponer el cuerpo, amargo o dulce, a tu gusto, usualmente acompañado por facturas y siempre bañado con mucho dulce de leche.



River o Boca: pasión por el fútbol.


Buenos Aires es una ciudad donde se respira fútbol en cada barrio, prueba de ello son los 12 equipos del Gran Buenos Aires (área demográfica que comprende la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y su conurbación sobre la Provincia de Buenos Aires) que disputarán, la próxima temporada, la primera división argentina sobre un total de 20. ¿Quién no conoce a los Boca Juniors, River Plate, San Lorenzo y Vélez Sarsfield, la rivalidad de Avellaneda entre Independiente y Racing o los Lanús y Quilmes?


River Plate, los millonarios, son el más grande, lejos, el equipo con más campeonatos nacionales (36); River es Di Stefano, Kempes, Francescoli, Passarella o Mascherano. Boca Juniors, los xeneizes, son la mitad más uno, la 2ª institución en el mundo con mayor cantidad de títulos internacionales; Boca es Maradona, Riquelme, Tévez, Batistuta o Palermo.

Casualmente los dos equipos nacieron en el barrio de La Boca: a lo que los hinchas de River responden que "todos en la vida buscamos superarnos y, de este modo River supo salir a tiempo de ese barrio para poder triunfar". En el Monumental, la cancha del River, Argentina se proclamó campeona del mundial del 78; en la Bombonera se dice que se respira uno de los ambientes más intimidantes desde el punto de vista visitante. Si tienes la oportunidad de hacer el tour, verás que las gradas están literalmente pegadas al campo. Pero si esta rivalidad te supera siempre tienes más equipos para escoger: Independiente es el rey de copas, es el equipo con más Copas Libertadores en la historia; San Lorenzo son los cuervos y el equipo del Papa Francisco, reciente campeón de la Copa Libertadores. Jamás te podrás ir de Argentina sin haber escogido tu equipo, tarde o temprano tendrás que decantarte por uno de ellos. 

A pesar de todas las rivalidades existentes, siempre habrá una cosa en la que todos los hinchas de todos los equipos de Argentina estarán de acuerdo: Maradona es más grande que Pelé y sigue siendo su D10S.


Acento y modismos argentinos: 


Reconocer a un argentino por su acento es relativamente fácil, pero la cosa ya se complica más cuando nos damos cuenta de que existen una infinidad de acentos en el país como son el cordobés, el correntino, el salteño, el mendocino, o el porteño de la misma ciudad de Buenos Aires. Llegar a entender una conversación entre dos argentinos, a veces, resulta misión imposible. A continuación intentaré reproducir una diálogo entre un español (E) y un argentino (A) para resaltar las principales diferencias idiomáticas. 

A: Che boludo, ¡buenos días! ¿Cómo dormiste?
E: He dormido de un tirón macho
A: Voy a salir a comprar unas facturas ¿querés?
E:  ¿Cómo coño vas a comprar una factura? Te la darán cuando compres algo
A: ¡Qué pelutudo que sos! una factura es una masa dulce para tomar con el mate en el desayuno, ¡como la medialuna!
E: Joder, y yo que sé, llegué aquí ayer. Te doy dinero, espera.
A: No te preocupes, ya llevo yo plata.


Después del desayuno.

A: Chau gallego, me voy a laburar. Esta noche nos vamos de joda a un boliche que está como a tres cuadras de acá.
E: ¿Con quién vamos a salir? ¿Puedo traer a una amiga?
A: ¡Mira vos! dos días acá y ya con amigovias.
E: Ja ja, la tengo que ir a recoger a la estación luego.
A: ¿Viste? los gallegos os la pasáis cogiendo.
E: Serás cabrón, contigo voy a tener que medir mis palabras.
A: ¿Posta? Van a venir dos minas que son re-lindas y el pibe que conociste ayer. 
E: ¡Qué bueno! Antes de que te vayas, dime como llegar a la estación de ómnibus de Retiro.
A: Si andás a la Avenida San Juan, pasando la 25 de mayo, ahí cualquier bondi te deja en el Microcentro.

En el boliche 

A: Concha de su madre, recién nos afanaron la mesa. 
E: No te preocupes, me parece que esos del fondo ya se van. Pídeme algo argentino.
A: ¿Querés un Fernet Cola o Champagne con Speed?
E: No tengo ni p... idea de lo que es cada uno, así que me vale cualquiera.
A: Te voy a contar un chiste: Llega una gatita gallega muy fina a Buenos Aires. Se le acerca un gato porteño chanta para levantársela: - Che gatita, vamos a correr detrás de un colectivo. - No se dice colectivo, se dice autobús. - ¿Y si fumamos un faso? - No se dice faso, se dice pitillo. Así sucesivamente, hasta que el gato se harta y se va por allá. Al cabo de unos días, la gatita lo va a buscar: - Oye tío, ¿por qué no vamos a coger un ratón? - No se dice ratón, se dice rato.
E: Muy gracioso, y luego somos los españoles los que sólo pensamos en coger...ahora es mi turno para contar uno. Un argentino se encontraba haciendo el amor con su novia cuando ella dice: "¡Ay! ¡Dios mío!". A lo que el argentino responde: "Bueno... en la intimidad me podés llamar Oscar".


Calle Florida: mercado secundario, billetes truchos, dólar blue y los arbolitos


Paseando por la Calle Florida de Bs As. 
Si entendiste algo del subtitulo anterior, eres un auténtico viajero experimentado, y si además quieres sacarte el diploma de honor, la calle Florida es tu prueba de fuego.

Vayamos por partes. En Argentina el mercado de divisas está controlado por el Gobierno, al igual que sucede en Venezuela; es decir, los argentinos no pueden acceder o comprar fácilmente divisa extranjera. Esta situación ha fomentado la creación de mercados secundarios con tasas de cambios que (aquí la buena noticia) favorecen al viajero extranjero y desafortunadamente son el único medio para los argentinos para poder conseguir mayor divisas extranjeras de las permitidas. Si en el mercado oficial obtenemos 8 Pesos argentinos por cada Euro, en el secundario podemos conseguir alrededor de 12 Pesos. Esos Dólares o Euros que se cambian en el mercado secundario se conocen como Dólares o Euros Blue y cuya difusión está tan aceptada que hasta puedes encontrar páginas web en Internet donde comprobar la cotización y el histórico de tasación. La Calle Florida no sólo es conocida por ser una calle comercial, sino también por ser el lugar donde se encuentran la mayoría de arbolitos. No es que se hayan dedicado a plantar, en los últimos años, árboles pequeños, no. Arbolito es un eufemismo para referirse a los hombres que ofrecen cambio en ese lugar y que están parados cual tronco de árbol esperando a los clientes y susurrando: "¡cambio, cambio! ¡Dólar, Euro!". Una vez hayas encontrado a la persona que te inspire más comienza, ésta te meterá en un portal o en los bajos de un comercio y te cambiará la cantidad deseada. Es importante que estés familiarizado con los billetes, ya que no sería la primera vez que intentan introducir un billete falso en el cambio, o como ellos los llaman: billetes truchos. Tengo que decir que la primera ocasión que cambié en la calle Florida fue algo intimidante, pero al cabo de los días acabó convirtiéndose en una simple rutina. 

Conclusión y consejos para los visitantes:

- No pagar con tarjeta, ni sacar dinero de cajero. Tu banco seguirá el tipo de cambio oficial, bastante inferior al que ofrecen con los dólares o euros blue. 

- No usar las casas de cambio oficiales y mucho menos las que se encuentran en el aeropuerto.

- Llevad efectivo en Euros o Dólares.

- Cambiar divisas en la Calle Florida, comparar precios, y estad atento a los posibles billetes truchos (falsos).


Los alrededores: Mardel y Colonia de Sacramento.


Mar del Plata o Mardel fue, no hace mucho tiempo, el lugar predilecto de los argentinos para irse de vacaciones. Hoy día sigue guardando parte del encanto que la hizo célebre, principalmente durante el periodo estival, cuando la temperatura pasa de 12º de media a 24º y la población aumenta en más de un 300%. Mar del Plata cuenta con una gran diversidad de playas de entre sus más de 15 kilómetros de costa. Son además numerosos los puntos de interés turístico de la ciudad, destacando el paseo por la Rambla Casino donde se encuentra los edificios gemelos del Casino Central y el Hotel Provincial, así como las pintorescos estatuas de los leones de mar, los emblemas de la ciudad. En el ámbito culinario, es imprescindible la visita a la churrería Manolo, creada por un inmigrante español a principios del siglo pasado y que se ha convertido en una autentica institución que se ha ido expandiendo con la apertura de nuevos locales incluso fuera de las fronteras argentinas; y la joya de la corona: los alfajores Havanna, una marca argentina emblema desde hace más de 50 años, creadora de los alfajores más afamados. Tan reconocidos que se producen 100 millones de unidades años, de los que un 7% se destina a la exportación, estando presente en un total de nueve países. 

Pocas capitales del mundo pueden presumir de poder cruzar al otro lado del río y encontrarse en otro país diferente. La vieja ciudad Colonia de Sacramento, Uruguay representa una excursión popular de un día desde Buenos Aires gracias al Buquebus. Colonia fue el único asentamiento portugués a lo largo del Río de la Plata, representando la lucha entre los españoles y los portugués por el control de esta zona. ¿Qué ver y hacer en un día en Colonia? Lo más recomendable es pasear por el centro histórico colonial declarado patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: entrar por la puerta y muros históricos de la ciudad y perderse entre sus callejuelas adoquinadas, entre las que se encuentra la popular calle de los Suspiros, rodeada de casas de colores y adornada de antiguas lámparas. Lo más llamativo del paseo es ver como los uruguayos no sueltan su termo y su mate ni para conducir. Después del paseo, y ya con apetito, es hora de probar un asado uruguayo y comprobar si la calidad de su carne es equiparable a la argentina. Uruguay es carnívoro por excelencia y presume de ser el país con mayor cantidad de vacas por habitante del mundo, con casi 4 vacas por cada uruguayo, siendo ésta además la principal fuente de ingreso del país. Tras comprar un par de recuerdos en la feria de artesanía de al lado de la playa, es hora de pasar el control migratorio y retornar al otro lado del río.

Buenos Aires es una de esas ciudades únicas y especiales en el mundo a la que sabes que acabarás retornando; en la que serás capaz de disfrutar cada instante con los cinco sentidos, admirando esa imperfecta y a la vez asombrosa combinación de historia, cultura, gastronomía, costumbres y gente. Aquí no sólo encontrarás tu rincón de Europa, también encontrarás a una de las capitales más impresionante del continente sudamericano.

Un abrazo fuerte y millones de gracias a mi hermano Fer, por su impecable trato como anfitrión en Buenos Aires; a su perro Felipe, por las largas caminatas que nos dimos; a Cami y Tato, por la formidable acogida en Mardel; al Padre Martín Panatti, por el excelente recorrido a través de los rincones escondidos de la ciudad, a Vero la tucumana, por ser una inmejorable compañera de viaje en la ciudad de Tigre y en Colonia, Uruguay. A todo el pueblo argentino y a su carne. 

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Mi viaje a Argentina en video:





 
   

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2 comments:

  1. muy buena descripcion de Bs As, seguro no sos argentino vos??jeje me emociono mucho leer el post..felicitaciones!!

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    1. ¡¡Muchas gracias Carla!! De nacimiento no soy argentino, pero se puede decir que Buenos Aires me marcó mucho como ciudad, es única. Me alegra que te gustara el post. ¡Abrazos!

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